viernes, 26 de diciembre de 2014

Toca para mi

En esta tarde moribunda,
con un sol agonizante,
toca para mi,
con tus manos invisibles y frías,
una tonada triste que me deje en tu adiós.

Como un barco apacible sobre el mar,
como una brisa desvaneciendo en el desierto,
como un adiós indecible,
hermosamente doloroso.

Toca para mi,
con tu voz no-humana,
que ha dejado de ser carne,
y ahora desde el inframundo se escucha,
silenciosamente latente,
acallada por el silencio,
de este inmenso lugar.

Toca para mi,
como un violinista sin rostro,
que ha dejado su sangre en las cuerdas,
que ha padecido en el tiempo,
eternamente sonando como un eco,
en lo profundo del averno.

Toca para mi,
ahora que estas lejos,
ahora que la madera es tu sueño,
y la tierra arropa tus senos.

Toca para mi,
o dulce amada mía,
enternecida por el halo frío de la noche,
que le da paso a la luna... reina de la oscuridad,
esa que me envuelve, que me atrapa, que me ahorca,
para que juntos nos encontremos en una canción,
y nunca mas nos separemos más.

toca... para mi.

Por Renzo Corredor

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