Silencio,
es como si te clavaran mil
agujas en los ojos.
pero entra por los oídos en
las casas solas,
de un campo dinamitado por el
desorden y la guerra.
Somos desaparecidos,
nuestra tierra se la devoro el
odio,
y se sigue riendo mientras se
limpia los dientes,
del carmesí de nuestros hijos.
Somos desplazados,
por los miedos a seguir
escuchando la sierra,
esa que come huesos vivos,
en hombres, mujeres y niños.
Somos almas perdidas,
engullidas por el dolor,
queda solo tomar las armas,
o servir de cuerpos ya inermes
en el silencio,
o en una fosa común olvidada,
bajo el bello manto verde de
esta maldita nación.
Silencio,
es como si te clavaran mil
agujas en los ojos.
pero entra por los oídos en
las casas solas,
de un campo dinamitado por el
desorden y la guerra.
Por Renzo Corredor