jueves, 30 de agosto de 2018

sombras



Como sombras tu recuerdo se fue con la luz,
ahora solo existes efímera entre los corredores de mi vieja casona,
esa a la que la memoria llama hogar.

Como nubes tu presencia se va hacia el infinito,
dejando un escaso halo en el azul profundo,
ocultándose para siempre en la oscura bóveda nocturna.

Como canciones que nadie mas volvió a cantar,
tu voz quedo presa entre los bosques del susurro,
donde la niebla los toma como propios para huir entre caminos.

Como un adiós fue tu partida,
como un hasta luego efímero que jamas se vera,
de un día para otro tu presencia se esfumo como la bruma,
y ahora el océano te reclama como propia,
como un alma mas sin nombre al que nunca se devolverá.

Por Renzo Corredor

domingo, 15 de abril de 2018

Mi (país)

Tormentosa es la existencia,
cuando las voces mentirosas intentan quitarte el sueño,
pero las acallas cerrando por momentos los ojos,
aunque en tu interior sabes que el olor a mortecino,
no se podrá ocultar bajo el tapete de un campo sangriento,
o bajo los anuncios de mujeres desnudas y de fútbol.

Ese es mi país: una mentira,
delicadamente decorada de basura,
que se cree una, pero es otra,
donde las sombras siguen robando las almas de muchos en las veredas y en las calles,
ya sea por el hambre o por la necesidad,
pero siempre bajo el aspirar del norte donde las montañas blancas
son devoradas por miles,
y miles mueren en mi tierra buscando el dinero sucio,
el miserable barro de creerse más,
de tener algo con lo que nunca se muere.

País de hermosos paisajes y clima edénico,
país de hambre en tierra fructífera,
donde la verdadera llorona sigue aun derramándose en lágrimas,
en los olvidados, en los desaparecidos,
que en últimas sin importar su posición en el inmenso tablero de la guerra,
entregan sus almas entre callados gritos,
mientras los días pasan y siguen pasando.

Por Renzo Corredor

jueves, 4 de enero de 2018

Ola solitaria

Letras emergen,
tenues pero están ahí,
como susurros que aúllan en una noche de invierno,
como olas que nunca llegaron a la playa.

Y así es tu recuerdo
una vida que en años se fue agotando,
hasta que una mañana el sol no te encontró,
y oculta en la tierra tu recuerdo se fue diluyendo,
como una gota de pintura que jamás vio el lienzo,
como un sueño que empezó antes de despertar,
como un grito antes de morir.

Y así es tu recuerdo,
un simple susurro que lleva una ola,
solitaria mientras intenta llegar a la playa,
mientras intenta retornar.

Por Renzo Corredor