martes, 21 de junio de 2016

hoy espero...



Reconocería tu aliento si supiera que aun vives,
pero te mate, te ahogue entre sabanas rojas sabor a fresa,
te miraba con ojos ávidos por querer decirte lo mucho que te ame,
lo mucho que hacías sangrar mis heridas,
lo mucho que me rompías la piel en las mañanas.

Hoy miro tu piel desecha,
hoy miro tus ojos cansados,
cansados de mirar un futuro que no cambia,
de un mundo inundado por la mierda,
donde la luz parece no vivir.

Hoy escucho tu voz tímida en los rincones de una casa vieja,
esa a la que llamas cabeza,
alta sobre un cuello de escaleras,
donde mujeres obscenas suben sin calzones,
mostrándome sus entrepiernas ardientes,
pidiéndome que las posea y las deje llenas.

Hoy escucho un susurro que se arrastra tímido bajo la puerta,
hoy se que todo paso,
la tormenta por fin se largo,

Mis años se han ido,
ahora son recuerdos inútiles que a nadie le sirve,
solo a mi existencia para hincharme el pecho y decir que vivi.

Hoy solo tengo una mano tibia en un cuadro sagrado,
al que me quiero aferrar,
un ser que no conozco pero al que amo,
unos ojos apacibles que me dicen amor.

Hoy espero un ultimo amanecer para que mi aliento se escape,
y entre en la orgia de los vientos,
para que se deje llevar por el silencio,
que viene después del adios.

Por Renzo Corredor