martes, 23 de julio de 2013

Solo en ti

Solo en ti soy fuerte,
crezco ante la tormenta y aunque esta me arrebate,
no me destroza por que tus alas me cubren,
cuan si fueras una inmensa torre.

Esa que alta se ensalza para demostrarme,
que mas allá del desierto esta tu esperanza,
tu promesa infinita,
esa que no se agota.

No necesito de la aprobación de nadie,
solo de la tuya Señor, que vale mas que una gota de agua ,
que un rayo de sol en la oscuridad de mis pensamientos,
en lo supremo del cielo.

Y si me abrazas con tu brisa se que estas aquí,
y si me hablas con el arrullo de las aves se que estas aquí,
por que lo contienes todo y el todo eres tu,
en un inmenso e indecible amor que no alcanza a cubrir mi palabras.

Gracias Señor por estar allí cuando todos me dan la espalda,
cuando mis enemigos quieren despedazar mis carnes,
y jugar con ellas a los dados.

Gracias por que en ti creo siempre,
eres mi fuego dador de vida
el Gran Yo Soy, ante el cual caen todos los miedos,
que se devoran así mismos incapaces contra tu poder.

Inmenso eres...
y solo en ti: Yo soy.

jueves, 18 de julio de 2013

Inconcluso

Comería de la nieve polar que cae en mi rostro,
son las palabras que huyen de mi ser,
buscando la eternidad.

¿Por que?
por que es infinito pensar cuando miras por el espejo
por que es infinito no saber que decir.

Las mañanas junto a ti son inconclusas,
siempre esperando que tu aroma me inunden y me muestren tu amor,
Ese que me hace infinito en tu boca,
ese que se evapora como un calor indeciso,
para terminar huyendo en tus labios y en tu cuerpo ardiente.

Las tardes son inconclusas por que siempre no te tengo,
añoro tu cuerpo y esa añoranza calienta las nubes de mi sol,
añoro oír tu corazón para que lata junto al mio,

Que seas la costilla que se me arranco,
que seas mi mas profundo faltante,
mi complemento perfecto.

En las noches concluso y compuesto estoy,
me recojo entre tus brazos para calentarme
para sentir que ya solo no estoy,
me arruncho a tus palabras y devoro tu respirar,
mientras dormida tejes mil sueños,
mientras dormida me dejas ver tu interior,
mientras inconcluso vuelvo a ser.

Por Renzo Corredor

martes, 9 de julio de 2013

habitación

¿Sabes donde estoy?
¿sabes a que me dedico?
¿donde se ocultan mis carcajadas?
¿esas alegrías  habitadas por sombras insinuosas de un adiós?

¿Que donde estoy?
me preguntan las voces que se acallan cuando me veo en el espejo,
las mismas que me llenaron de celos y con los celos, los gritos y los reclamos,
desembocando en tu partida, en la puerta cerrada que se llevo tu silueta,
tu aroma, el sabor de tus labios y el color de tu piel.

y la pregunta retumba de nuevo
¿ sabes donde estoy?

Estuve con tus memorias,
las quise comer en seco y sin agua
para sentir que aun se quedan en mi garganta,
pero solo logre llorar amargamente mientras el dolor me sobrecogio.

Estoy en lo inconcluso, en el punto muerto de no saber si tengo de nuevo tu aroma y tu piel,
o solo me deje llevar por mi deseo,
y los años no logran aquietar este dolor
este dolor que se comió una a una mis alegrías
y que ahora me dejan aquí.
En la habitación del silencio,
en el lugar de los olvidos,
esos que hoy me sirven de única,
y paciente compañía.

Por: Renzo Corredor
www.renzocorredor.com

martes, 2 de julio de 2013

Los adioses

Existen adioses que abren puertas y nos llevan a nuevos horizontes,
donde nos esperan caminos polvorientos o modernos,
ciudades y días por descubrir,
sonrisas y palabras por pronunciar.

Existen adioses que rompen el alma,
te cortan como un cuchillo y se abren paso hasta tu corazón,
desgranando lagrimas de tu rostro,
quemando lo mas profundo del cuerpo.

Existen adioses comunes y cotidianos,
tímidos, que indican que te veras de nuevo,
ocultando nuevos encuentros,
para negocios, pasiones o incluso anocheceres.

Existen adioses infinitos,
donde aquel ser que amamos se funde con la tierra y el viento,
es devorado por el eterno silencio,
y una lapida nos promete muda: un reencuentro.

Existen adioses, pero todos con una promesa.
volver a vernos cara a cara,
así seamos inmateriales y nuestros reflejos se proyecten en el mundo de lo infinito,
donde el adiós es un inexistente o un nuevo cerrojo.


Por: Renzo Corredor
www.renzocorredor.com