Amor agobiante

¡Si!…reconocería tu voz tenue entre mi mente

taladrando suavemente y metiéndote en mis pensamientos,

¿pero como llegan tus pensamientos?

…y te miro fijamente y te quisiera tener profunda en mi ser,

porque mi amor no es amor tradicional y cotidiano,

es inmortal por que me precede,

es como una posesión que se sopesa en los profundos lagos oscuros de mi existencia.

y me hablas, y pienso... 

que no estas aquí, te veo distante ya que mi alma te desea cerca,

y te toco queriendo saber si el rubor de tus mejillas es natural,

o el rojo de tus labios, o el color indecible de tus ojos están aquí juntico a mi.

pero esa percepción invisible, 

ese pesar confuso no es otro que el pensar que no estas,

y esa agonía deseada es amor,

es un amor pequeño que llega tímido pero con el tiempo arrienda mi corazón, 

colocando sus ropajes viejos, muebles y fotos,

donde tu palabra tus ojos y tu ser son todo.​

Por Renzo Corredor

Color en tus pupilas

La vida es color,

que se escapa como luz en tus pupilas,

mientras abres más los brazos,

es un aliento único que te fortalece.

vivir es crecer ante las adversidades, 

confiado en que una mano divina nos toma con amor,

es sentir con alegría en la sangre caballos briosos,

esos que energizan cada molécula y cada elemento,

como un rayo en la noche alumbrando la oscuridad,

eso es la vida,

indecible que puede contener mil libros pero que a la vez una frase busca encerrar,

indeterminada e indefinida,

apasionada, sexual, penetrante y dada a la penetración,

se deja llevar aleteando como una mariposa de acero,

suavemente y apaciguada pero aun frágil y delicada.

La vida es energía y gramos incuantificables de aquello que solo existe en el sentir y el decir,

existe en la medida que exista,

contradiciendo su escénica pero resignificándola,

así como una sensación de risa en un momento incomodo,

emerge para hacer el acto principal en la obra oscura de su teatro.

en la canción hecha con silencios donde ella es sonido.

La vida no es otra que una montaña inocua,

una lluvia seca, un beso entre deslenguados sentimientos,

entre pasiones y odios,

entre muchos sentires que en una orgía se entremezclan,

hablando al mismo tiempo sin escucharse jamas.​

Por Renzo Corredor

ONÍRICA AMANTE 30490

¿Cómo no contar que en las noches te escondes en mis sueños,

y te dejas llevar por mis palabras y miradas eróticas?

a lugares alucinantes y únicos,

donde te penetro dejando todo mi ser en tu interior,

perdiéndome en tus senos rosados y grandes, 

que me apuntan como misiles,

queriendo explotar en mis labios.

¿Cómo negar que guardas el puerto seguro a mis deseos entre tus piernas?,

y las abres como las puertas al paraíso dejándome atracar, 

dejando que mis marinos invisibles jueguen con tus bosques tímidos

mientras mi lengua se abre camino a tus gemidos, 

como si fueran tesoros detonantes de mil colores en mis oídos.

Y me tomas de la mano

y me quitas el pantalón,

engulles mi calor y me dejas extasiado,

mientras con ojos burlones me dices te deseo.

y me abrazas con tu ser desnudo dejando que mi piel sea tu vestir,

permitiéndome acogerte y calentarte con mi corazón a mil,

mientras tus cabellos juegan al viento,

tu cuerpo en el vaivén de los movimiento me sigue pidiendo,

hasta que despierte sudoroso, húmedo y agitado,

dejándote huir para después encontrarnos, 

como lo que eres… mi amante onírica, irreal y secreta 

Esa que  me hace ver mi soñar de rojo y negro,

de canutillo y rosa,

de sabanas y calor.​

Por Renzo Corredor

Sendero

Reconocería tu voz cuando me llames?

se que eres mas que mi mente,

pero acaso te puedo encasillar en una hoja?

o en la palabra inutil de un sonido?

no lo creo, creo que no eres pero a la vez existes,

solo un sonido, un viento tenue, un huracán desatado,

y se que cuando me llames no escuchare,

pensare que no es mi tiempo,

querré quedarme un rato mas, 

pero acaso mi deseo puede ser mas que el tiempo?

no lo es y por ello lloro,

pero después sonrío,

ya que en ese estado mis preocupaciones mi hambres y necesidades,

se vuelven transparentes y livianas,

devoradas por un eterno oscuro,

que le abre paso a una luz brillante,

esa donde me esperas con los brazos abiertos,

donde el tiempo ya no tiene poder

y el desgaste de mis carnes no me produce dolor.

ese sendero luminoso que se llena de recuerdos... 

y me dejan partir.

Por Renzo Corredor