¿Cómo no contar que en las noches te escondes en mis sueños,
y te dejas llevar por mis palabras y miradas eróticas?
a lugares alucinantes y únicos,
donde te penetro dejando todo mi ser en tu interior,
perdiéndome en tus senos rosados y grandes,
que me apuntan como misiles,
queriendo explotar en mis labios.
¿Cómo negar que guardas el puerto seguro a mis deseos entre tus piernas?,
y las abres como las puertas al paraíso dejándome atracar,
dejando que mis marinos invisibles jueguen con tus bosques tímidos
mientras mi lengua se abre camino a tus gemidos,
como si fueran tesoros detonantes de mil colores en mis oídos.
Y me tomas de la mano
y me quitas el pantalón,
engulles mi calor y me dejas extasiado,
mientras con ojos burlones me dices te deseo.
y me abrazas con tu ser desnudo dejando que mi piel sea tu vestir,
permitiéndome acogerte y calentarte con mi corazón a mil,
mientras tus cabellos juegan al viento,
tu cuerpo en el vaivén de los movimiento me sigue pidiendo,
hasta que despierte sudoroso, húmedo y agitado,
dejándote huir para después encontrarnos,
como lo que eres… mi amante onírica, irreal y secreta
Esa que me hace ver mi soñar de rojo y negro,
de canutillo y rosa,
de sabanas y calor.
Por Renzo Corredor
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