martes, 27 de enero de 2015

Zombi

Te arrastras y terminas tus labores,
te levantas con cada alarma y tus ojos sin mirar se abren,
esos mismos que añoran con otro amanecer,
que se iluminan con una playa, con un sol,

pero al abrir la ventana solo te ves,
difuminado tras una ventana llena de humedad,
corres las cortinas y la luz grisácea ilumina tu desnudez,
sangre corre lento por tu cerebro.

te bañas con agua caliente,
dejas tus miserias en el sanitario,
y te vistes lento y cadencioso.

miras el reloj y con una grosería tratas de volver a la realidad,
miras sin mirar, cocinas sin ganas un huevo que se tuesta de mas,
sirves un café caliente con un pan endurecido y trasnochado,
y los fagocitas con lentitud.

allí estas en medio de mil cuerpo,
subiendo al bus,
oprimiendo tu humanidad contra otros,
mientras devoras su sudor.

llegas y trabajas tu horario contratado,
todo por unos cuantos billetes,
que llenan tus bolsillos para pagar tu remedo de vida,
para desistir en que ese sueño se hará realidad.

vuelves con el sol cayendo,
antes que la luna emerja hacia tu hogar,
esperas reconocerte de nuevo en tus cobijas,
y dejas que el sueño te lleve para intentar dormir,
con esa playa blanca y caliente,
que se mete entre tus pies.

Por Renzo Corredor

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