lunes, 19 de enero de 2015

Plato de espagueti

¿Qué el cielo es azul y a mi que me importa?
¿acaso su agua flotante me llenara la garganta de placer?
y me hará sentir mejor,
acaso con sus nubes de algodón saciará mi sed,
mi sed de saber el por que de las cosas,
el porque del todo,
y el por que nadie me envío a este mundo sin saber si quiera que mierda hacemos aquí.

Y es que te despiertas con los ojos llenos de sangre,
y te das cuenta que solo eres un pedazo de carne,
pudriéndose lentamente mientras miras la televisión,
o mientras pones el culo en una silla por horas,
esperando a que tu reloj se pare,
y ahi si, te des por enterado que solo fuiste un actor,
en un inmenso teatro sólo, porque todos se fueron a comer,
porque a todos esos entes, maestros que conocen el futuro,
decidieron irse a sus orgias,
y reírse de tus desgracias.

un desertar sinuoso y miserable... talvez.

Y aun así espero,
espero a que una señal en mi plato de espagueti me diga mi misión,
un pedazo de carne de pronto se levante y se eche una meada en mi nariz,
¿Por qué no? acaso la muerte no vuelve,
¿acaso no me alimento también de la muerte,
de los cadáveres de una zanahoria, de una papa o una repolla?
¿acaso no me veo yo sentado frente a este plato jugando a ser Dios?

Tal vez mi cielo solo sea un plato de espagueti,
solo debo tragarmelo completo y callar,
pensar que solo soy eso: un pedazo de carne,
pudriéndose mientras mira la tele.

Por Renzo Corredor

No hay comentarios.:

Publicar un comentario