Eres exuberante y amable,
te extiendes como una oración entre dos océanos,
que te bañan dejando en tus playas el calor del caribe,
y la profundidad misteriosa del pacifico.
Tu mapa esta en posición de baile,
disfrutas de todos los climas en un solo lugar,
desde lo alto de tus nevados y volcanes
hasta lo bajo y caliente de tus valles, llanuras y desiertos.
¿Como no decirte que eres grande?
y que en tu regazo los sueños toman forma,
mientras nos arrullas con el cantar de tus mañanas,
con sol alegre que nos muestra que Dios existe,
y que el paraíso lo dejo solo para nosotros.
Se extienden tus llanuras infinitas,
como si quisieran ser hogar para el sol y su nubes rojas,
mientras se fusiona excitante con la selva,
esa que nos muestra que tu gloria es infinita.
Tres cordilleras se contornean,
fuertes y altivas recogiendo en sus pechos,
las aguas invisibles de las nubes,
para dejarlas caer en ríos y quebradas,
bañando tu hermoso cuerpo de campos y sabanas.
Eres hermosa por donde se te mire,
con tus lagunas y humedales,
como espejos que atrapan el cielo estrellado,
en noches brillantes de luna y pasión.
Colombia patria mía,
perdona nuestro mal comportamiento,
no te hemos cuidado con amor y
nuestras pasiones oscuras y brillantes
han arrasado tu cuerpo.
Sin embargo sigues allí,
con amor de madre esperando con brazos abiertos,
sigues ofreciéndonos el paraíso,
de clima envidiable, alimentos únicos y abundantes,
mientras esperas cayada nuestro cariño y consuelo.
Por Renzo Corredor
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