Deliciosa e intocable
te mueves como humo denso en mis sueños,
añoro besar tus senos hasta robar tus gemidos,
y ver como se ponen duritos como torres minúsculas en montañas blanquesinas.
Verte caminar con tu movimiento,
esas caderas que se siguen contoneando picaras,
mientras me invitan a tocarte,
aferrarme a ti como si fueras mi salvación.
Dejarnos desnudos mientras te lleno de mi calor,
mientras mis besos se riegan por tu cuerpo,
entre el gemir y el sudor,
rápido mas rápido... hasta que quedes agotada,
y el aire entre nosotros se acabe.
Por Renzo Corredor
No hay comentarios.:
Publicar un comentario